3 CONSEJOS PARA ENTRENAR LA MEMORIA Y CONVERTIRSE EN UN BUEN LECTOR
La lectura rápida y la memoria están íntimamente relacionadas, de nada sirve leer muy rápido si uno no es capaz de memorizar el contenido y retenerlo durante un tiempo, ¿no crees?
Es más, una mente ágil y despierta te puede ayudar enormemente a optimizar tu tiempo de lectura. Las razones son muy simples:
- Aumentas la capacidad a la que procesas la lectura
- Mejoras la comprensión de la misma
- Eres capaz de memorizar datos conforme lees
- Retienes por más tiempo la información
¿Y cómo ejercitar la memoria para poder leer más rápido y mejor?
Seguramente conozcas las técnicas más populares que se enseñan en las escuelas, que se centran sobre todo en extraer información y memorizar a base de repetición en su gran mayoría. Pero la memoria no funciona a base de ‘fuerza bruta’, como nos enseñan. La mente puede ser una gran aliada que tratada de la forma correcta, te proporciona herramientas enormemente útiles.
A continuación encontraras 3 consejos para entrenar la memoria y convertirte en un buen lector.
1. Usa la imaginación
Conforme crecemos, vamos dejando de lado toda esa creatividad y espontaneidad de la que tanto uso hacemos de niños. A muchos adultos les hace difícil, pero seguro que conoces las técnicas, donde creas ‘historias’ para memorizar algunas palabras, relacionas por categorías o hasta realizas dibujos para recordar alguna situación.
Pues bueno, el uso de la imaginación a la hora de estudiar es un arma muy poderosa pero que lamentablemente sólo se queda en la superficie. Sólo piensa en cómo aprenden los niños, con juegos, canciones y colores. Sus aulas están diseñadas en muchos casos para fomentar esa parte imaginativa.
Y si miras de cerca los ambientes de trabajo de empresas innovadoras como Google, Facebook o Cartoon Network verás que cuentas ¡hasta con salatarines y juegos divertidos!
Estimulando el cerebro, transformando el aprender en un juego, lograras que la mente trabaje a tu favor y no en tu contra. Así que te propongo un reto: la próxima vez que tengas que aprender datos, listas, etc, intenta hacer una canción o crear una historia divertida. Escríbela. Cántala en voz alta. Cuéntasela a alguien de confianza y comprueba que si la memoria es estimulada producirá mejores resultados.
2. Ejercita la mente
¿Cuántos números de teléfono te sabes de memoria? ¿Cuántas cosas tienes que anotar al día para que no se te olviden?
Los recursos con los que contamos hoy en día son prácticamente infinitos. Pero si te acaba la batería del móvil tal vez no sabrás a quien y como llamar.
Cada vez nos esforzamos menos, dependiendo más y más de la tecnología, y eso nuestra mente lo nota. Como un cuerpo que no hace ejercicio, se vuelve flojo y vago la memoria igual, y cuando necesita hacer esfuerzos, como al enfrentarse a un examen, cuesta trabajo adicional.
Sin embargo, ya hay mucha gente preocupándose al respecto. Si buscas, encontrarás un montón de aplicaciones con juegos, ejercicios divertidos y retos que ponen tu memoria a prueba día a día y de formas muy innovadoras. Además de mucha información online donde puedes practicar por tu cuenta. Esto es muy necesario porque tú eres tu mente. Somos lo que somos gracias a ella, y lamentablemente lo olvidamos con mucha frecuencia.
Y si no eres muy amigo del celular, siempre tienes los libros, los juegos de rol y hasta videojuegos que te retan a descifrar puzles, kakuros y concentreces realmente complicados.
3. Lleva tu entrenamiento un paso más allá Uno de los mayores miedos de los nuevos lectores rápidos es la pérdida de comprensión.
Muchos creen que al leer tan rápido, es imposible seguir la lectura y retener los datos suficientes. Y yo te puedo decir que, si no lo intentas, seguro que no lo conseguirás nunca. Igual que si no intentas correr un poco más rápido, nunca mejorarás tu marca actual.
La lectura con guía, reduciendo las fijaciones y acelerando el ritmo, hace que tu mente tenga que poner esfuerzo adicional para seguirle el paso a tus ojos. Al principio resulta incómodo y desorientador, pero poco a poco te acostumbras.
Si no, ¿recuerdas cuando empezaste a conducir? ¿Ir a 60 o 80 km por hora parecía ir realmente rápido? Y ahora, para la mayoría de los conductores es una velocidad realmente lenta. Tienen un mayor control sobre el vehículo y pueden reaccionar con un mayor espacio de tiempo.
A la mente le pasa lo mismo. Al principio cuesta, pero después se adapta y la comprensión sigue siendo prácticamente la misma. Es más, incluso ganas concentración porque tu mente está realmente atenta a lo que pasa por tus ojos. Haz que se esfuerce un poco más, te aseguro que no te arrepentirás.
Estos tres consejos son sólo una pequeña ayuda para que empieces a ejercitar tu mente, siendo más creativo y esforzándote un poco más. Cuando la trabajas de forma continua y constante, verás que leer y llevar a cabo otras actividades también es mucho más fácil.
Y si quieres saber más sobre cómo mejorar tu técnica de lectura y así trabajar tu memoria pasito a paso, te recomiendo visitar www.lectorami.com , donde encontrarás todos la informacion para que comiences tu entrenamiento ya mismo.